miércoles, marzo 22, 2006

PERDIDO POR PERDIDO

Llamados telefónicos...hacia mucho que dentro de mi “entorno” no se necesitaban reflexiones que aún se siguen creyendo adolescentes. Aquí estaba nuevamente la frase: “no sé qué hacer con mi vida!”, ahí estábamos, detrás del teléfono, escuchando, reflexionando, intentando dar respuestas que una cree no tener, etc.
¿Hasta qué altura una está lo “suficientemente madura” para ciertas situaciones? ¿Necesitamos tener siempre todas las respuestas, saber qué haremos mañana, tener en cuanta todo lo que nos rodea, preocuparnos por no ser “irresponsables”, bla bla bla???
Gor!!!, tuve que recurrir a ella porque tanto “querer ayudar” terminé planteándome y enrollándome. La mala suerte es que tuve que comprender rápidamente que estas problemáticas son “comunes” a todos los que me rodean. Mas todavía me di cuenta cuando, en una reunión de amigos, plantié que no quería vivir la vida de mis padres, no quería trabajar 8 horas o mas sintiendo que perdía el tiempo, no quería preocuparme todo el tiempo por plata, y ellos dijeron estar de acuerdo. Resultó que pensaban lo mismo, estaban planteándose las mismas cosas!!!! Y el colmo fue hoy, cuando una amiga de la infancia afirmó “obvio, queremos diferenciarnos de lo que vimos, en cierto momento, que era la vida”.
No queda otra, tendré que dejar las preguntas y depresión de lado, habrá que poner “manos a la obra”.