CUANDO ME SUENAN LAS TRIPAS

Quizás la decisión de vivir sola no era la mejor.

Mi paisaje interior, contaminado mi cabeza llena de pájaros enjaulados las paredes de mi chabola aún guardan el recuerdo de aquellas noches de invierno follando como perros.

Recuerdos. La noche suele traer nostalgias del pasado, irrefrenables. Y ahí viene mi “compañero nocturno” para acostarse junto a mi, dejarme poco espacio en la cama, con sus “olores” y ronquidos. Su calma, abrazos. Mi felicidad y esa sensación de plenitud increíble porque uno se siente contenido, querido...

Comienza a brillar tu ausencia es hora de despertar me cuesta vivir del aire casi más que trabajar.

Quizás toda la vida sea así. ¿Y si realmente me gusta? ¿Soy feliz? ¿De que me sirve imponerme sentimientos o pensamientos cuando sé muy bien lo que quiero?

Por si te acuerdas de mí te he apuntado en una barra de hielo mi dirección y mis mejores deseos...

Por ahí ya encontré lo que estaba buscando. Ciertas veces solemos darnos cuenta tarde de lo que tenemos. Cuando todo termina o te dejan. Esta vez no quiero que eso suceda. ¿Habré madurado?

Dejé de estar preocupado por la crisis mundial y entre comerme una pastilla o disparar me cago en la ...y arrasar con todo bisho viviente elegí, prudente, la opción de la pax.

Él sigue acostado en mi cama. Solo me dediqué a observarlo un par de minutos. Me puse la campera y salí de casa. La larga caminata me ayuda a pensar tranquila. ¿Qué quiero hacer ahora? ¿Este es el futuro que me estaba esperando? ¿Cómo pude haber logrado lo que tanto deseaba en tan poco tiempo?

No quiero un pedazo de tierra ni hacer del mundo mi hogar no busco dejar mi huella me basta con caminar.

Ya no creo en las reflexiones nocturnas. Prefiero quedarme calentita, junto a él. Ya no quiero mal humores, nostalgias del pasado ni errores destructivos del presente. Solo deseo dedicarme a lo que tengo y si necesito pensar será solo en el 9 de Julio, en los regalos y sorpresas. No más miedos ni ataques porque el “futuro ya llegó”.