miércoles, septiembre 20, 2006

EL MUNDO CABE EN UNA CANCIÓN

Algunos no basamos nuestra vida en lo monótono aunque ciertos cambios igualmente puedan llegar a generar miedo. Cuando un sueño quizás, esta vez, en alguna ocasión, se cumple el cambio indefectiblemente llega y con él ciertos temores: ¿Mi vida seguirá siendo tan bella como lo es hoy? ¿Terminará siendo otro y dejándome todo este bardo a mi?
El egoísmo a veces llega, aunque uno no lo quiera, aunque se vea mal. El querer estar bien también es parte de ese mal sentimiento con el que es difícil luchar. El que cambien ciertas cosas de una manera agobiante asusta. Uno no sabe si podrá manejar bien las cosas, si estará capacitado para enfrentar lo positivo sin sentir envidia, falso orgullo, resentimiento…
Y es que por más que uno se crea una “buena persona”, digno de sentimientos verdaderos jamás sabremos nuestra reacción frente a algo hasta que las cosas no ocurran. Es probable que los sentimientos se mezclen de tal forma que ya no sepamos ni qué significa lo que realmente está ocurriendo. Seguramente la frase de la abue cobre vida nuevamente y todo termine siendo pacifico. Ciertamente “no hay mal que por bien no venga”.

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