CARTAS SIN MARCAR

Un nuevo año en mi haber y no quiero sentarme a reflexionar mis equivocaciones, crisis, fracasos y quizás, allí a lo lejos, sacar una conclusión positiva para quedarme un segundo en paz. Digamos la verdad! Si nos sentamos y repasamos nuestra vida probablemente nos peguemos varios palos. Es que uno no suele sacarse a ese criticón que lleva dentro, siquiera cuando hace su retrato.Ya conté aquí que mi cumpleañitos trae varios recuerdos negativos, mundiales y nacionales. Y como para echar un poco más de leña al fuego en la misma semana se le ocurre a Mr. Sobich matar a OTRO neuquino. Todos los años ocurre algo, indefectiblemente y para quien se asome a disuadirme le diré que TENGO TESTIGOS!

Explicaré nuevamente que si hiciera una fiesta, con todos los gastos innecesarios que eso implicaría, seguramente la misma terminaría con la tv prendida, todos frente a ella y una gran mala noticia. Comprendan que les hago un favor!

Si, ya sé. Todos los días pasa algo ya que el mundo está poblado de gente buena y mala que pelean entre sí pero cuando tanto malito pasa el mismo día de Abril uno reflexiona sobre la cuestión.

Ahora también cabe recordarme qué visualizo sobre mi cumpleaños. Presiento que cuando uno invierte dinero y tiempo en organizar una fiesta de cumpleaños algo le faltará: cariño, enfiestarse, evento donde utilizar la ropa que se compra, o sobrará: amigos, dinero, vaya uno a saber. Personalmente me faltan y sobran varias cositas pero no dan para festejo igualmente. Yo solo quiero los regalos. Para eso deus inventó que festejemos nuestro aniversario de nacimiento. Y este año en especial yo esperaba lo que no me animaba a adquirir. Pretendía que algún ser escuchara mis ganas, las indirectas y corriera hacia mi deseo comercial. Él, nuevamente, lo hizo.

La moraleja quizás pueda ser bastante compleja y hasta extendida pero existe solo una realidad y es que las mujeres no tenemos tantas diferencias como ciertos hombres creen. Cualquier mujer ama las carteras, los zapatos, una buena ropita, etc. y aunque papá haya optado por una minipimer, resignado ante una hija que no sabe ni quiere saber cómo se realiza un huevo duro, opté por aceptar la oferta y darme una oportunidad como chef.

Este fue el mejor de años, la gente que realmente quiero y me quiere, los amigos que me recuerdan mi equivocación al creer que un llamado al mes o una visita al año no sería amistad real y los sueños recordatorios que comenzaron una semanita antes obligándome a admitir que este año me he desarrollado más de lo que hubiera pensado, más de lo que añoraba tal vez. Esos sueños me obligaron a realizar un balance inconsciente y gracias a ellos volví a indicarme que los caminos fueron los indicados. También lo recordaron, cómo no hacerlo.

Más cerca de los 30 que de los 20 aprendo a reflexiona entre sollozos de media noche, quizás allí encuentre la respuesta o quizás no la necesite.