NO me VUELVAS la ESPALDA por ESO

Realmente quiero comprenderlos, así que hoy ocupan mi tiempo “los amigos”. Esos que te tiran frases lapidarias, que te indican el camino hacia el más acá o allá, según se quiera ver.

“Él quiere y necesita estar bien con alguien, pero no puede; es como que tiene algún tipo de problema”.

Así comenzó la noche de anoche, Walter hablando de su amigo triste, desahuciado. Contándome que las mujeres son incomprensibles, que los superan. Yo escuchaba, casi atentamente, los reclamos que no terminaba de enumerar. Que si son histéricas en ciertas ocasiones, falsas en otras, que si tienen expectativas difíciles de cumplir, que si, que si... mientras no podía aún superar la primera de sus frases: “él quiere y necesita ....”, ¿Porqué me conmueve? ¿Porqué la siento tan extraña, inverosímil? Quizás solo encontré hombres insensibles o mentirosos con sus sentimientos, quizás sea un problema de “edades”, quizás....
Lo cierto es que Walter, mi amigo, mi otro amigo y la mayoría de los que me rodean terminan sincerándose, contando que quieren tener una relación linda, donde los sentimientos abunden, donde “estén bien”. Pero yo no puedo responder, ya no me salta esa replica que antes mantenía, yo tampoco entiendo nada ya. Ni a “ellos” ni a “ellas”, menos a mi!
Walter recordaba los maltratos, los “sobredichos”, los intentos y reintentos de charlar con alguien y no morir en el intento, las faltas de tacto y todas esas cositas que te llevan a no poder “estar bien” con alguien. Me contaba historias, me hacía preguntas.

“Me invitó a su departamento, nos recostamos en la cama, me hizo masajes y cuando comencé a hacerle mimos dijo que me había confundido”. Todas sus historias eran de este tipo. ¿Qué responderle?

Y todo se dio porque, si una mujer demuestra algo en la primer salida sos calificada como “puta” pero si no haces ningún tipo de gesto sos “frígida”. Con lo cual: ¿Quién los entiende? Porque, seamos sinceros, yo por mi te invito a tomar un café y te demuestro interés pero ¿Cuál será la reacción del súper macho? Obviamente seré una “puta”.
Ahora, si te invité y luego no me gustaste ¿Soy una histérica? Si no me dieron ganas de darte un beso ni acariciarte ni nada! La histeria seguirá siendo la palabra recurrente de los machos mientras divagan sentados en esas mesas plásticas y mugrientas de café. Quizás el temita es que hasta no encontrar a alguien que realmente te “atraiga” serás un/ a histérica/ o, quizás no.