martes, mayo 30, 2006

TINTA ROJA


Reunida frente a él entendí que los “ideales” inculcados durante toda una vida valen bien poco. Las reglas del mercado marcan que si sos “alguien” según nunca se sabe quien vales nunca se sabe cuanto, pero si sos yo, vos o el que está a tu lado la cotización baja. No importa, nada importa, que él quiera darme clases de práctica profesional tampoco, que quiera dictaminar con todo su dinero para donde se dirigen las buenas ideas o toda tu creatividad tampoco importa.
¿Venderte? ¿Hasta qué punto se puede llegar? ¿Hasta donde por un sueño?
Basta. Las reuniones no sirven de nada cuando el que está frente a vos solo quiere “Re- llenar” sus bolsillos llenos de bosta.
Basta. Prefiero seguir dentro de una nube de ilusiones. La edad me lo permite, de ultima.
Basta. Las buenas ideas, las ganas, la energía, el trabajo duro del que tanto hablaban mamá y papá tienen que servir de algo.
Basta. Esta gente se olvidó de todo lo bueno, lo positivo, de vivir!
Quizás todo vuelva, como siempre suelen decir los abuelos. Quizás no, ya no importa, mientras alguien siga diciendo: BASTA, hoy NO me compras.