YO NO ME QUIERO CASAR, Y USTED?

Últimamente escucho demasiado la palabrita “casamiento” aunque, claro, la Gor jamás dejó de repetirla cada vez que conoció a uno de sus pobres hombres abandonados.
El tema es que yo no fui una de esas mujeres que sueñan con el vestidito blanco, el príncipe, el casamiento y la mar en coche. Yo prefería conocer a alguien y que ese se enamore de mi, pobre chica defraudada por el amor… Primero y principal no creo en deus y menos aun en la iglesia católica apostólica romana con sus oros, sus castillos llamados catedrales, sus vestimentas sabanescas y las monjas con ese característico mal olor. Segundo, lo de la firmita y los papeles y las formalidades y los gastos innecesarios (casarse por iglesia es carísimo y lo del registro civil no lo averigüé pero supongo que algo de $ requerirá) no forman parte de mi “personalidad”.
Cuestión que la edad se nos cae encima y todas comienzan a hablar de lo mismo: hijos, casa propia, casamiento… Por mi parte la imaginación viaja más lejos y considero que hay mejores cositas para celebrar el amor, por ejemplo una buena fiesta con amigos y familia en donde alcemos voces en conjunto diciendo “Viva el amor” o cosas por el estilo...
Mientras tanto solo me dedico a observar, con bastante melancolía, lo creciditos que estamos todos. Lo bello y horrendo de nuestras vidas y lo maravilloso que es reencontrarse cuando los tiempos, acotados, dan.