martes, septiembre 18, 2007

MUJER (Fin)

Hoy puedo relatar la historia desde otro ángulo. Puedo contarles de sentimientos, miedos, ansiedades, amor, muchísimo amor. La historia de María atravesó mi vida rotundamente, me avasalló. Este recuerdo que quise acércales se convirtió en mi vida. Igualmente no pretendo dejarlos sin el final, solamente intento explicar el por qué de este tiempo de espera.


María y su marido estaban realmente angustiados, sus rezos, pastillas y el mes de reposo no dieron sus frutos. El bebé murió. La tristeza invadió su sur, la casa se volvió gris, la armonía se convirtió en hostilidad.
Meses después un nuevo aviso irrumpió en su casa. Como casi toda mujer, ella sintió nauseas, estupor, susto, eso que algunos llamamos el “no sé ni qué siento” pero tres segundos, más tarde brotaron sus lágrimas. María estaba feliz y así corría las cuatro cuadras que la separaban de su trabajador marido.
Nueve meses más tarde, luego de un embarazo perfecto, Clara conocía la luz. Y aunque el parto tuvo sus complicaciones ya que la beba venía de pies y con vuelta doble de cordón umbilical todo terminó perfecto.
María y su marido tres años y medio después tuvieron a su nene, un gordo cachetón que hasta los cinco años habló con la z.


Y como les decía, contar historias puede hacernos protagonistas. Uno nunca sabe…

1 comentario:

Faco dijo...

Felicitaciones (¿?)

Perdón, mucho ha que no pasaba, tuve que leer los tres de un tirón...